En la última sesión de la sección “Cero Impunidad” durante la conferencia matutina del presidente López Obrador el 14 de mayo de 2024, se revelaron cifras alentadoras en cuanto a la reducción de homicidios dolosos en el estado de Quintana Roo. El subsecretario de Seguridad, Luis Rodríguez Bucio, presentó datos que muestran un descenso significativo en este tipo de crímenes, situando a la región por debajo de la media nacional durante los primeros cuatro meses del año en curso.
Un punto destacado dentro de este panorama positivo es el municipio de Benito Juárez, donde se ha registrado una notable disminución en el número de homicidios dolosos. Según el reporte de los 50 municipios prioritarios, este municipio ha pasado de contabilizar 54 casos en abril de 2018 a tan solo 22 en el mismo mes de 2024.
Estos resultados, lejos de ser producto del azar, son el fruto del esfuerzo y la coordinación entre los tres órdenes de gobierno. La colaboración estrecha entre las autoridades federales, estatales y municipales ha permitido implementar estrategias efectivas para fortalecer la seguridad en la región.
Desde el despliegue de operativos conjuntos hasta el refuerzo de la presencia policial en zonas estratégicas, las acciones coordinadas han sido clave para combatir la violencia y mejorar la percepción de seguridad entre los habitantes de Quintana Roo.
Sin embargo, es importante destacar que estos avances no deben llevar a la complacencia. La lucha contra la impunidad y la violencia requiere de un compromiso continuo y de la adaptación constante de las estrategias para hacer frente a los desafíos en materia de seguridad.
Por tanto, resulta fundamental que las autoridades mantengan el impulso en la implementación de políticas públicas integrales que aborden no solo la prevención del delito, sino también la atención a las causas estructurales que lo generan.
En definitiva, los resultados obtenidos en Quintana Roo son un claro ejemplo de lo que se puede lograr cuando existe una verdadera voluntad política y una colaboración efectiva entre los diferentes niveles de gobierno. No obstante, queda aún mucho por hacer para garantizar la seguridad y el bienestar de todas y todos los ciudadanos en la región.
