La ciencia empieza a entender el origen de una curiosa nube marciana de mil 800 km de longitud en Marte que aparece diariamente durante los meses más cálidos sobre uno de los mayores volcanes del planeta rojo, que ahora fue captada por una cámara web, según un estudio de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Hasta ahora, era difícil observar esta nube fotografiada inicialmente por una sonda rusa en los años 1970 y localizada en 2018 por la nave europea Mars Express.
Pero un equipo científico recurrió a “un instrumento secreto de Mars Express”, una cámara de vigilancia llamada “VMC”, explicó Jorge Hernández Bernal, de la Universidad del País Vasco de Bilbao (España), en un comunicado de la ESA.
Con una resolución equivalente a la de una simple webcam, esta cámara había sido utilizada brevemente en 2003, poco después del lanzamiento de Mars Express, aunque después tuvo un uso esporádico para operaciones educativas.
Pero a diferencia de los instrumentos científicos mucho más sofisticados de la sonda, la cámara VMC tiene “un gran campo de visión y está bien adaptada al seguimiento de la evolución del fenómeno de la nube“, según Bernal.
La observación reveló que durante la primavera y el verano en el hemisferio sur marciano, la nube se forma cada amanecer sobre el flanco del volcán Arsia Mons.
Curiosamente, Arsia Mons es el único lugar de baja latitud en Marte donde se ven nubes, y el único de numerosos volcanes similares en la región que posee tal velo de nubes en esta época del año.
¿De qué está compuesta la nube marciana?
Compuesta por vapor de agua y cristales de hielo, la nube marciana se eleva con los primeros rayos hasta unos 40 km de altitud, muy por encima de los 17 km del antiguo volcán.
Los vientos la estiran hacia al oeste a una velocidad de 600 km/h, hasta alcanzar una longitud de mil 800 km. El fenómeno no excede las dos horas y media, antes de dispersarse.
“Comprender esta nube nos brinda una excelente oportunidad para intentar replicar su formación con modelos, los cuales mejorarán nuestros conocimientos sobre los sistemas climáticos tanto de Marte como de la Tierra”, dijo el experto.
El investigador señala que la nube es difícil de observar en su totalidad debido a la dinámica rápida y cambiante de la atmósfera marciana y las limitaciones de muchas órbitas de naves espaciales, lo que limita el conocimiento de cómo y por qué se forma y cambia con el tiempo.
Hasta el momento no se cree que ningún otro sistema climático del Sistema Solar sea tan similar al de la Tierra como el sistema marciano, aunque los dos planetas muestran diferencias distintas e intrigantes.