A pesar de las dificultades inéditas que enfrenta la administración de Solidaridad, como consecuencia de la pandemia de COVID, el certero manejo de sus finanzas, que ha posibilitado seguir adelante con el desarrollo de obras sociales estratégicas, y el enfoque en sus prioridades siempre a favor de la población brindan cartas a favor a la presidenta municipal Laura Beristain Navarrete en sus aspiraciones a reelegirse en el cargo.
Es de señalarse cómo en Solidaridad se han obviado algunas de las problemáticas que atosigan a otros municipios, como por ejemplo el servicio de recolección de basura, que se ha mantenido de forma ininterrumpida y eficiente, así como la dignificación de las fuerzas policiacas con mejor equipamiento, salarios, prestaciones e incentivos, en busca de una corporación menos corrupta y más dispuesta a proteger la seguridad de los ciudadanos.
También se sigue trabajando en brindar espacios más seguros a la ciudadanía, renovando y corrigiendo el sistema de alumbrado público, limpiando calles y derribando malezas que generen espacios inseguros.
Mención aparte, muestra del interés de la alcaldesa solidarense por lograr un verdadero cambio que beneficie a toda la población, es la lucha que ha emprendido para derogar el lesivo convenio de concesión del agua potable en manos de Aguakan, con tarifas estratosféricas a pesar del pésimo servicio que presta.
Podríamos dedicar muchas líneas más a los méritos, basados en el trabajo que ha desarrollado durante sus poco más de dos años de gestión, que hacen de Laura Beristain la aspirante más fuerte para abanderar nuevamente la candidatura a la presidencia municipal; sin embargo, debe mencionarse que los vericuetos de la política no siempre optan por el mejor ni reconocen la labor de quien tiene la capacidad probada de gobernar, y la nominación finalmente dependerá de los criterios que apliquen los partidos políticos que forman parte de la coalición de la que forma parte Morena, cuya dirigencia ha dicho ya que será la militancia la que se encargue de decidir, por medio de un sistema de encuestas.
En tanto dicho sistema no sea a modo y se caracterice por la transparencia, no cabe duda que será el nombre de la alcaldesa el que aparezca nuevamente en las boletas electorales del próximo 6 de junio. Ojalá que así sea, pues permitirá darle continuidad y solidez al proyecto político-administrativo que se ha emprendido en este trienio y que redundará en un mejor municipio para todos los solidarenses.
