Los avances tecnológicos en torno a la eficiencia energética, las energías renovables, la movilidad eficiente o la economía circular suponen también una fuente de nuevas oportunidades
Proteger al planeta, e impulsar el desarrollo social es hoy en día, una de las principales prioridades a nivel mundial.
Para lograr que un país o región sea sostenible, es necesario que los ciudadanos, gobiernos y empresas, trabajen de la mano para garantizar a las futuras generaciones un desarrollo sustentable en el medio ambiente, sociedad y economía.
Estamos ante un panorama en donde algunos de los desafíos globales son reducir drásticamente la demanda energética, la escasez de recursos y del agua, el cambio climático, el manejo de residuos y la desigualdad; sin embargo, a través de la innovación, la tecnología y nuevos esquemas de trabajo, este escenario podría mejorar.
Para sorpresa de muchos, en Latinoamérica, México es el país que más invertirá en sostenibilidad durante este 2022.
Un análisis arrojó que el número de empresas mexicanas que afirmaron ya contar con una estrategia de sostenibilidad es del 55%, 12 puntos más respecto del año anterior. Al igual que en Latinoamérica, 14% de ellas declaró haber puesto en marcha ya al menos una iniciativa.
Estos números son una muestra de cómo cada vez más la sostenibilidad se está convirtiendo en una prioridad en esta región, a los que se suma que 65% de los empresarios mexicanos invertirán en sostenibilidad durante este año, con lo que el país se posiciona como el que más destinará a estos temas en la región, con 10 puntos por encima del promedio regional.
Las prioridades de inversión tecnológica de las compañías mexicanas en cuestión de sostenibilidad son: reducir residuos, reducir la desigualdad y reducir la huella de carbono.
Como parte de esta tendencia, la prioridad debe ser invertir e impulsar programas ambientales, que se encargan de generar un mayor impacto en la preservación del planeta.
BBVA asegura que el cambio climático y la transición hacia una economía baja en carbono tienen implicaciones relevantes en las cadenas de valor de la mayoría de los sectores productivos, y pueden requerir inversiones significativas en numerosas industrias.
Los avances tecnológicos en torno a la eficiencia energética, las energías renovables, la movilidad eficiente o la economía circular suponen también una fuente de nuevas oportunidades.
António Guterres, secretario general de la ONU, fue enfático: “seremos recordados como la generación que no hizo nada mientras la tierra ardía”.