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UEFA rechaza que estadio de Múnich se iluminé con la bandera arcoíris y recibe críticas

La UEFA rechazó que la ciudad de Múnich ilumine su estadio con los colores de la bandera arcoíris como protesta por la política de Hungría sobre las minorías sexuales y desencadenó las críticas.

Lo que los alemanes ya denominan el “Rainbow-gate” (caso arcoíris en inglés) lo desencadenó el ayuntamiento de Múnich.

Para mostrar su oposición a una ley considerada discriminatoria contra los homosexuales, votada la semana pasada por el Parlamento de Budapest, la ciudad bávara pidió a la UEFA, organizadora de la Eurocopa, autorización para iluminar con los colores de la comunidad LGTB el estadio donde se jugará el partido entre Alemania y Hungría.

Este martes por la mañana se dio la respuesta negativa. La UEFA asegura que comparte totalmente los valores de tolerancia promovidos por esta iniciativa, pero como “organización política y religiosamente neutra” no puede aceptar un mensaje dirigido específicamente a un país o un gobierno.

Para demostrar su buena fe, la UEFA propone iluminar el estadio con los colores arcoíris, ya sea el 28 de junio o a principios de julio, para coincidir con los eventos que habrá por los días del “Orgullo” en Múnich.

Tampoco ha puesto ningún obstáculo a que desde el inicio del torneo el capitán alemán, Manuel Neuer, porte un brazalete con los colores del arcoíris, la forma en que la “Mannschaft” ha elegido mostrar su compromiso por la diversidad.

Las críticas a la UEFA

Las reacciones de indignación se han propagado muy rápido por toda Europa, para criticar la reacción de la UEFA por no permitir que Múnich ilumine su estadio con los colores de la bandera arcoíris.

El Barcelona compartió en las redes sociales un montaje con el escudo y el fondo arcoíris, después de que la UEFA rechazara la solicitud del alcalde de Múnich para que el estadio se ilumine con dichos colores.

“Hubiera sido un milagro que la UEFA lo hubiera autorizado, pero está bien ver a la ciudad de Múnich y la Federación Alemana apoyar esta iniciativa“, dijo Luca Dudits, vocero de la ONG “Hatter”, defensora de los derechos LGTB en Hungría.

“La UEFA estaba en una posición delicada”, analiza. “Hay una gran base homófoba y tradicionalista entre los aficionados húngaros”. En su opinión, si Hungría hubiera perdido en un estadio con los colores del arcoíris, la derrota se habría atribuido a la comunidad LGTB.

Pero el estadio que pertenece al Bayern de Múnich puede de todas maneras aparecer engalanado con estos colores porque los organizadores de la marcha del Orgullo de Múnich, en colaboración con Amnistía Internacional, planean repartir 11 mil banderas a los espectadores.

La ciudad de Múnich también anunció este martes que iba a adornar varios edificios con los colores de la bandera arcoíris.

La televisión privada alemana ProSieben decidió adornar su logo con los colores arcoíris. Los equipos de fútbol Fráncfort y Colonia también anunciaron que iluminarían sus propios estadios con estos colores.

Fuera del país teutón, Gary Lineker, exfutbolista inglés, tuiteó: “Hágalo de todas formas, Múnich, hágalo. Encienda la luz para que el mundo vea”.

El secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Clément Beaune, también lamentó la decisión de la UEFA: “Habría sido un símbolo muy fuerte”, declaró.

Por contra, el ministro de Asuntos Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, saludó una medida “de sentido común” de la UEFA al no participar “en lo que habría sido una provocación a Hungría”.

Una portavoz de la Comisión Europea consideró que era “una buena idea manifestar su apoyo a la comunidad LGTB en la Unión Europea, también en manifestaciones deportivas, culturales o de otro tipo (…) pero no tenemos la capacidad de pedir a una organización deportiva que exhiba sus colores”.

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