Washington, D.C., 26 de febrero de 2025.- El gobierno del expresidente Donald Trump ha revelado una propuesta que exigiría a los millones de migrantes indocumentados en Estados Unidos que se registren oficialmente ante las autoridades y proporcionen sus huellas dactilares. Esta medida, que busca establecer un control más estricto sobre la población migrante no autorizada, podría traer consecuencias legales severas para quienes no cumplan con la disposición.
Según lo informado, los migrantes que se nieguen a inscribirse en el registro podrían enfrentarse a cargos penales, que incluirían multas y potenciales penas de prisión, una severa escalada respecto al tratamiento actual de su estatus migratorio, que se considera una infracción administrativa y no un delito penal. La nueva medida de Trump busca intensificar las presiones para que los migrantes indocumentados abandonen el país por voluntad propia, dado que al registrarse estarían proporcionando información que podría ser utilizada para su deportación. La negativa a hacerlo podría llevar a sanciones más graves.
“El mensaje es claro para todos los que están en este país sin autorización: salgan ahora”, afirmó Tricia McLaughlin, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, quien añadió que aquellos que se marchen de forma voluntaria tendrían la posibilidad de regresar bajo condiciones más favorables.
La propuesta también implica que los padres de migrantes indocumentados mayores de 14 años deberán registrar a sus hijos menores de edad en el sistema, lo que podría afectar a miles de familias. Esta medida se presenta en un contexto de tensiones políticas sobre el futuro de los más de 11 millones de migrantes indocumentados que residen en Estados Unidos.
El registro obligatorio tiene sus raíces en una ley poco utilizada, aprobada durante la Segunda Guerra Mundial, que exigía a los migrantes indocumentados que llegaban al país inscribirse en un registro federal. Sin embargo, expertos han señalado que la propuesta podría enfrentar grandes obstáculos, dado que la mayoría de los migrantes temen que registrarse solo los ponga en la mira de las autoridades migratorias, lo que dificultaría su disposición a cumplir con la medida.
Este anuncio ha generado preocupación entre las comunidades migrantes y defensores de los derechos humanos, quienes alertan sobre los riesgos de una medida que podría llevar a miles de personas a la detención y deportación.
