El Tribunal Supremo Electoral (TSE) exigió a la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, que no utilice su puesto para promocionarse
El órgano electoral de Bolivia advirtió este jueves a la presidenta interina del país, Jeanine Áñez, de que no utilice su puesto para promocionarse con fines electorales.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia ordenó suspender la difusión de un video en el que Áñez, candidata de la alianza Juntos, reclama la Asamblea Legislativa, con mayoría del Movimiento Al Socialismo (MAS) de Evo Morales, que “libere” fondos para ayudas sociales anunciadas por su gabinete.
” El spot televisivo constituye propaganda electoral prohibida“, señaló en un comunicado, pues “no se limita a difundir una gestión gubernamental”.
El órgano electoral entiende las otras siete candidaturas electorales quedan en desventaja con ese mensaje desde el puesto de presidenta, pues no se debe proyectar “una gestión de Gobierno más allá de los límites temporales de su mandato” ni cuestionar a otros candidatos, en este caso el MAS.
Por ello, reclamó a los medios de comunicación que suspendan la difusión del video “en un plazo máximo de dos horas”.
El video es del pasado 17 de agosto y en otro posterior de este pasado miércoles Áñez ya comenta la probación de parte de esos fondos por el Parlamento.
Las elecciones generales en Bolivia estaban convocadas para el pasado 3 de mayo pero se pospusieron por la pandemia de la COVID-19, primero al 6 de septiembre y luego al 18 de octubre, fecha esta última que el órgano electoral mantiene que es inamovible aunque una ley aprobada por el Parlamento y promulgada por el Gobierno interino da margen a que se puedan adelantar.
Las elecciones para elegir presidente, vicepresidente, diputados y senadores están pendientes desde la anulación de las celebradas en octubre pasado, en las que el entonces presidente Evo Morales fue declarado vencedor entre denuncias de fraude a su favor, aún bajo investigación judicial.
Evo Morales anunció su renuncia denunciando que era forzado por un golpe de Estado en medio de presiones de militares y policías, entre otras, para privarlo de su cuarta victoria electoral consecutiva y sacarlo del poder tras casi catorce años al frente del país.
Morales fue criticado durante su mandato por acusaciones de que se aprovechaba de recursos del Estado como presidente para promocionarse como candidato.