Ciudad de México, 3 de mayo de 2024 -* Hoy se conmemoran tres años desde el trágico colapso de un tramo de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México, un evento que dejó una marca indeleble en la memoria de los capitalinos y que aún resuena como un recordatorio doloroso de la fragilidad de la infraestructura urbana y la necesidad de una supervisión y mantenimiento adecuados.
Fue el 3 de mayo de 2021 cuando un segmento elevado de la Línea 12, también conocida como la “Línea Dorada”, colapsó en la estación Olivos, provocando la muerte de 26 personas y dejando a decenas más heridas. Este trágico suceso no solo cobró vidas humanas, sino que también dejó una profunda cicatriz en el corazón de la ciudad, generando indignación y exigiendo respuestas.
Tres años después, las heridas siguen abiertas. A pesar de los esfuerzos por reconstruir y reforzar la seguridad en la red del Metro, la confianza del público en el sistema de transporte masivo sigue tambaleándose. La tragedia de la Línea 12 ha puesto de relieve no solo las deficiencias en la infraestructura del metro, sino también la corrupción y el descuido que han caracterizado la gestión de este importante servicio público.
Aunque se han realizado investigaciones y se han llevado a cabo procesos legales para determinar las causas del colapso y responsabilizar a aquellos que fallaron en su deber de proteger a los usuarios del metro, aún queda mucho por hacer. Las familias de las víctimas continúan esperando justicia y compensación, y la ciudadanía en general sigue esperando garantías de que tragedias como esta no volverán a ocurrir.
La conmemoración de este trágico evento sirve como un recordatorio de la necesidad de priorizar la seguridad y la integridad en la infraestructura urbana, así como de la importancia de una supervisión y un mantenimiento constantes. Que el legado de las víctimas del colapso de la Línea 12 nos inspire a trabajar juntos para construir un futuro donde la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos sean siempre la máxima prioridad.
