13 de noviembre de 2024
Ciudad de México – El Senado de la República reeligió este martes a Rosario Piedra Ibarra como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para un segundo periodo. En la votación, Piedra Ibarra recibió 87 votos, superando la mayoría calificada necesaria para que su nombramiento fuera válido. Tras el conteo y la verificación de los votos, la ombudsperson reelecta tomó protesta de su cargo.
La elección, que se desarrolló en un clima de tensiones y expectativas, arrancó minutos antes de la medianoche y se prolongó por más de una hora. Durante ese tiempo, los senadores de las distintas fracciones parlamentarias depositaron sus votos en una urna. En total, se emitieron 127 votos, de los cuales 87 fueron a favor de Rosario Piedra, mientras que 36 apoyaron a Nashieli Ramírez Hernández, y uno fue a favor de Paulina Hernández Diz. Además, se registraron tres votos nulos.
El proceso de reelección de Rosario Piedra se llevó a cabo en un contexto político complicado. Desde su nombramiento inicial en 2019, la presidenta de la CNDH ha enfrentado diversas críticas por su desempeño al frente de la institución, algunas provenientes de sectores opositores que cuestionan su cercanía con el gobierno federal. No obstante, su reelección fue respaldada por los legisladores de la mayoría oficialista, quienes destacan su labor en la defensa de los derechos humanos en un país marcado por altos niveles de violencia y violaciones a derechos fundamentales.
La votación de este martes es vista como una reafirmación de la confianza del Senado en su gestión, a pesar de las críticas. Con la reelección de Rosario Piedra, la CNDH continuará en manos de la misma presidenta, quien ya cumplió una parte de su mandato durante un periodo difícil para la institución, enfrentando desafíos relacionados con la visibilidad y efectividad en sus intervenciones, especialmente en un contexto de creciente polarización política.
Con la toma de protesta de Rosario Piedra Ibarra, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos sigue adelante con la tarea de velar por los derechos fundamentales de los ciudadanos en México, en un país que, según diversos organismos internacionales, enfrenta serios desafíos en términos de justicia y respeto a los derechos humanos.