Monseñor Ascencio García consideró que AMLO debió pedir perdón por no haber encontrado la estrategia oportuna y necesaria contra la violencia
Cristóbal Ascencio García, obispo de la Diócesis de Apatzingán, defendió que seguirá pidiendo por la paz en México sin ocultar la realidad de la violencia.
En entrevista con Joaquín López-Dóriga para Radio Fórmula monseñor Ascencio García reafirmó su crítica al mitin del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Fueron unas palabras que me vinieron nacidas del corazón y viendo mi Diócesis, cómo en los últimos 20 días empieza a estar muy sacudida por la violencia”, expuso.
Refirió que a ocho meses de la visita del nuncio Franco Coppola a Apatzingán cesaron los bloqueos, las balaceras y crímenes.
Estábamos felices, yo hasta presumía… bajaron mucho por un año y tres meses la violencia”, recordó.
Sin embargo, acusó, hace 22 días regresó la “tormenta de violencia” que ha ocasionado múltiples desplazamientos.
El obispo Cristóbal Ascencio indicó que fue el sufrimiento de las familias lo que lo llevó a manifestarse en su homilía del 2 de junio.
Hice alusión a todo el país por lo que yo alcanzo a conocer; hay mucha violencia y creo que hubiera sido un gran bien para nuestro pueblo, para todos, en este quinto aniversario, en vez de un festival, guardar luto por los caídos”, opinó.
Monseñor consideró que en su mitin del 1 de julio el presidente López Obrador debió pedir perdón a las familias por no haber encontrado la estrategia oportuna y necesaria para evitar la muerte de las 159 mil 441 víctimas de homicidio doloso que suma su sexenio.
Surgió (el pronunciamiento durante su homilía) no tanto como un reproche sino como una invitación a hacerlo mejor, hubiera sido un gran consuelo para las familias y el pueblo mexicano”, abundó.
Ascencio García llamó además, a la ciudadanía en general, a no perder la sensibilidad ante el dolor ajeno.
Invitó además al presidente López Obrador a acompañarlo, o enviar a alguien en su representación, para ser testigo de a quién y a qué dedica la mayor parte de su tiempo.
Yo estoy de acuerdo que nuestra opción han de ser las personas pobres… Seguiré hablando no como político partidista sino como sacerdote, que soy al mismo tiempo profeta y servidor de todos… Lo que dije, lo dije precisamente como sacerdote, se señala la realidad, no oculto la realidad”, afirmó.
Acusó que contrario a lo que puedan decir las autoridades de Michoacán, la situación en Apatzingán es de violencia.
Señalan una realidad que no está bien, y ¿cómo va a estar bien la realidad cuando las personas de Apatzingán sienten miedo? Estoy no por hacer política sino por ser profeta, cuya misión es también denunciar la mentira, denunciar la injusticia”, sentenció.
Con información de López-Dóriga Digital