López Obrador lamentó que intereses económicos y políticos hayan terminado por destituir a Pedro Castillo y pidió respeto a sus derechos. Aunque dijo que México respetará la decisión del pueblo peruano, el presidente Andrés Manuel López Obrador consideró que el rechazo y hostilidad hacia su homólogo Pedro Castillo, lo llevó a tomar decisiones que la derecha de su país utilizó para destituirlo.
A través de su cuenta de Twitter, el mandatario federal consideró que Castillo enfrentó, desde el principio de su administración, el bloqueo de las élites económicas y políticas que lo pusieron al borde de decisiones complejas.
“Desde el comienzo de la presidencia legítima de Pedro Castillo, se haya mantenido un ambiente de confrontación y hostilidad en su contra hasta llevarlo a tomar decisiones que le han servido a sus adversarios para consumar su destitución con el sui géneris precepto de “incapacidad moral”. Ojalá se respeten los derechos humanos y haya estabilidad democrática en beneficio del pueblo”, comentó el jefe del Ejecutivo federal mexicano.
Esta tarde, el pleno del Congreso de Perú destituyó a Castillo por “permanente incapacidad moral” con 101 de 130 votos a favor, después de que este anunciara la disolución del Legislativo y declarara un gobierno de excepción de emergencia, lo que fue calificado como un golpe de Estado por diferentes voces, incluida la vicepresidenta.
Castillo fue arrestado por la Policía de Perú en la prefectura de Lima y se espera que sea imputado por intento de golpe de Estado.
Dina Boluarte fue nombrada presidenta de Perú, al prestar juramento en el Congreso luego de que los legisladores votaron por la destitución del ahora exmandatario Pedro Castillo tras una escalada de la crisis política en el país andino.
Boluarte, de 60 años, se desempeñaba como vicepresidenta en el gobierno de Castillo y hasta hace poco ocupaba el cargo de ministra de Desarrollo e Inclusión Social.