Xu Qi, vicepresidente de la compañía tecnológica asiática, platicó con Forbes sobre los planes que tiene para la región en una industria altamente competitiva.
Las ventas mundiales de teléfonos inteligentes a usuarios finales totalizaron 295 millones de unidades, una disminución del 20.4% en el segundo trimestre de 2020, ocasionada en especial por la crisis que trajo la pandemia del covid-19.
Esto ha servido, entre otras cosas, para que nuevos jugadores tecnológicos busquen oportunidades en otros mercados y así competir con los tradicionales titanes como Huawei, Samsung o misma Apple.
Tal es el caso de la reciente llegada a América Latina de la compañía asiática realme, que buscará tener presencia en el mercado local y competir con los distintos players.
El vicepresidente de la tecnológica asiática habla sobre el desembarque en la región de la firma, sobre sus rivales y hasta de la tensión comercial que existe actualmente en Estados Unidos con las marcas chinas.
“El mercado de teléfonos inteligentes ha sido ocupado por marcas de teléfonos inteligentes tradicionales como Samsung, Huawei y Motorola, y necesita una marca nueva y joven como realme para traerle nueva vitalidad. Llegamos a América Latina como un jugador que cambia las reglas del juego”, dijo el directivo.
Al menos en cifras de los primeros meses de 2020, la configuración del ecosistema competitivo se ha transformado completamente, con una alineación de fabricantes marcadamente diferente, y en evolución.