- Dice que el actual modelo privilegia la depredación ambiental y genera condiciones económicas que benefician mucho a los inversionistas y muy poco a la comunidad.
_- Destaca que una gran cantidad de empresas tienen sus domicilios fiscales en otras partes del país y eso afecta las finanzas del estado, que siempre quedan rebasadas por el crecimiento demográfico.
CHETUMAL, 18 de mayo.- Antes de regresar a la nueva normalidad y que los negocios en Quintana Roo vuelvan a funcionar, es necesario analizar si el modelo turístico que ha privilegiado el crecimiento sobre el desarrollo y el bienestar para la población, es el que queremos en el futuro para el estado, señaló el senador José Luis Pech Várguez.
Al hablar del proceso de la emergencia sanitaria que está por entrar a la etapa de regreso a la normalidad, tras la paralización generada por la cuarentena, el legislador que ha participado como enlace entre la Federación y las autoridades quintanarroenses, precisó que “quienes vivimos en Quintana Roo, en especial los empresarios, debemos preguntarnos si queremos volver a un modelo depredador, que daña al medio ambiente, que cada vez genera más empleos mal pagados y sin seguridad social, que contrata a trabajadores por medio de compañías outsourcing y que en muchos casos no pagan impuestos en Quintana Roo, porque tienen sus domicilios fiscales en otras partes, como es la Ciudad de México”.
Apuntó el senador que en buena medida el gobierno federal no retribuye a Quintana Roo los recursos que le deberían de corresponder por la derrama económica que genera, debido a que todas esas empresas que tienen sus domicilios fiscales en otras partes del país, no reportan sus impuestos en Quintana Roo y de esa forma desde hace mucho tiempo el estado padece por no contar con presupuestos suficientes para atender las necesidades y servicios para sus poblaciones, que crecen a tasas aceleradas, superiores a la media nacional.
Esto significa, indicó Pech Várguez, que debe terminarse con el modelo que solo privilegia el crecimiento, porque ha demostrado que no es suficiente, debido a que solo beneficia al inversionista, pero no deja condiciones favorables ni para la sociedad, ni para el lugar, de tal suerte que no genera bienestar ni desarrollo; “y si seguimos en esa vía, será cada vez peor para Quintana Roo y los quintanarroenses”.
Asimismo, reconoció que volver a la normalidad no será fácil, debido a que la forma de hacer turismo en Quintana Roo no encaja con las condiciones que genera este virus, de tal forma que mientras no exista una vacuna o remedio, el turismo en Quintana Roo tendrá que hacerse de otra manera, al igual que ocurrirá en casi todo el mundo.
Señaló que ante esta situación, le plantearon a la Asociación Mexicana de Bancos que el plazo de seis meses que van a dar a las empresas para que vuelvan a pagar sus créditos o compromisos financieros, es muy poco tiempo para el caso de las empresas turísticas, debido a que se trata de un sector que va a tardar más tiempo en poder recuperarse, porque su reactivación depende de la capacidad de movilización que tengan las personas y que haya la reactivación de cada una de las partes de la cadena productiva que genera el flujo de turistas en el mundo, que va de las líneas aéreas a los hoteles y restaurantes, pasando por mayoristas y agencias de viajes.