La ciudad de Pekín lanzó este viernes una campaña detección de coronavirus COVID-19 dirigida a decenas de miles de personas, tras detectar cuatro nuevos casos en el distrito de Changping, de la capital de China, puesto que un nuevo brote cerraría los colegios y cancelaría vuelos en todo el país.
China ha mantenido una firme estrategia de cero COVID-19 con estrictas medidas de prevención como cierres fronterizos, largas cuarentenas y aislamientos selectivos para proteger a sus habitantes.
Pero, el país más poblado del mundo está luchando por controlar ahora docenas de focos en varias provincias en donde pudiera haber brotes y contagios de la enfermedad como ocurre en Pekin.
El último brote de COVID-19 en China causó la suspensión de cientos de vuelos, la clausura de teatros y escuelas y un encierro en casa en los complejos residenciales afectados por el virus.
El Centro de Prevención y Control de Enfermedades de Pekín informó que el pasado 16 de octubre detectó a cuatro personas contagiadas que regresaron a esta ciudad, después de un viaje en automóvil de tres días.
Precisó que el 21 de octubre se hicieron un test PCR y al otro día se comprobó que eran positivos a COVID-19, por lo que fueron internados en un hospital especializado, donde efectúan una investigación epidemiológica sobre los contagios en Pekin.
El Centro de Prevención y Control de Enfermedades de Pekín solicitó a los ciudadanos que llegaron a Pekín en horas recientes de otros sitios del país a que se practiquen una prueba de detección.
Además, la Comisión Nacional de Salud de China informó que gobiernos locales han comenzado a ofrecer vacunas de refuerzo de COVID-19 a personas mayores de 18 años que ya han sido inmunizadas con el fin de respaldar con una dosis adicional la inmunidad en la población.
En China, desde que inició la pandemia se han contabilizado 96 mil 665 casos y 4 mil 636 muertes por COVID-19.