Miguel Aguilar, Eduardo Neyra y Alejandro Adame fueron los protagonistas de la primer novillada del serial de reapertura de la Plaza México
Después de 21 meses volví a la Plaza México, ahora lo hice en el tendido, acompañado de mi hija mayor, tenía más de 20 años que no estaba en el tendido de la plaza, en un festejo, sin duda fue grato estar ahí con tan dulce compañía, y es que siempre he dicho que estar dentro de la plaza con gente o sin ella es una bendición, la México, tiene ese no sé qué, que conquista, embruja y atrapa y eso lo comprobé.
Mi hija ya había estado en la Plaza México siendo más pequeña, pero la de hoy fue su primer experiencia ya como adolescente, y me vi reflejado en ella, al mirar como todo le llamaba la atención, la música, los aromas, los colores, el movimiento.
Observar el movimiento de sus ojos de un lado a otro me dio emociono y claro está que mi mente viajo muchos años atrás cuando yo viví esas primeras vivencias que hoy me tienen aquí, muy enamorado de esta hermosa fiesta.
El reloj monumental marcó las 16:30 horas y con puntual sincronía se abrieron las puertas del patio de cuadrillas que dieron paso a los alguacilillos que tras el despeje, recoger y entregar las llaves de toriles se volvieron a encontrar en el punto de salida para encontrar a los novilleros y sus cuadrillas para conducirlos por el camino de la incertidumbre hasta debajo del palco del juez, previo el cielo andaluz y ese largo y sonoro ¡oleeee!, que rompe la tensión de los toreros, que antes de concluir el paseíllo detuvieron su paso para rendir homenaje al monosabio José Quiroz Hernández, quien hizo el paseíllo a la eternidad en la víspera.
Miguel Aguilar, Eduardo Neyra y Alejandro Adame, los protagonistas de la primer novillada del serial de reapertura de la Plaza México, la tercia de novilleros enfrentó un encierro de San Diego de los Padres, que cumplió en presentación, a excepción del cuarto, que fue protestado, y que han dejado mucho que desear en su juego, prácticamente todos los novillos fueron pitados en el arrastre, se salvó el sexto que tuvo un poco de pimienta, por las dificultades que puso al menor de los Adames, que se mostró valiente ante él.
Como dato curioso los nombres de los novillos iniciaron con la ch, “Chilo”, “Chicharito”, “Chaco”, “Chicote”, “Chaparrito” y “Chamaco”.
Entremos pues a lo que fue el festejo, que de no haber sido por la entrega de los novilleros que pusieron todo de sí, sin duda hubiera sido una tarde para el olvido, pero no, Aguilar, Neyra y Adame, se fajaron como los buenos y llevaron la tarde de menos a más. Miguel Aguilar, quien vistió de marino y oro, un terno que fue de su hermano Mario, (Q.E.P.D) sin lugar a duda se debió haber sentido acompañado por él, pues bien salió inspirado y determinado a dar un golpe fuerte en la México y lo logró, con el capote saludo con sabrosas verónicas a “Chilo”, quien hasta ese momento iba apuntando cosas buenas, con el picador hizo una pelea con cierta bravura, el caballo cayó a la arena y el toro se enceló con él, tras el susto le hizo un vistoso quite, para de ahí arrancar su faena de muleta la que inició con firmeza apuntando cosas buenas, el astado se fue diluyendo, Aguilar supo consentirlo y le dio la lidia adecuada en la que fue sumando los muletazos que dieron vida a sus tandas que contaron con calidad y clase, supo mantener el interés del público que apreció su entrega, por ello tras la estocada entera y en todo lo alto recibió la primera oreja.
Completo su lote “Chicote”, un novillo de discreta presentación que de inmediato fue protestado, así que con el capote se vio discreto, dando celeridad al primer y segundo tercio, a Miguel le urgía cambiar las lanzas por cañas, por ello inició su faena de rodillas, con lo que de inmediato captó la atención del público que rápido se metió en la faena, y es que Miguel sacó a relucir el rodaje y con ello construyó una faena inteligente que fue a más y que lo llevó a cosechar su segunda oreja, tras otra soberbia estocada que cobró y que claro resultó un parte agua, porque les picó la cresta a sus alternantes.
Con los primeros de sus lotes tanto Neyra y Adame, cumplieron ante dos astados que no dieron el juego esperado, ni por los novilleros ni por los aficionados, que por cierto, hicieron una buena entrada, principalmente en las barreras y primer tendido de ambos sectores, sol y sombra, la entrada rondó los 8, 9 mil aficionados. Neyra, escuchó palmas tras leve petición, mientras Adame, también fue aplaudido tras escuchar un aviso.
Luego que Aguilar, ya se les había ido por delante y heridos en el amor propio, sacaron la casta y mostraron que no se dejarían ganar la pelea, así que Neyra se plantó en los medios para recibir de hinojos y con una larga comprometida a “Chaparrito”, al que ligó una segunda para después seguir lanceando ya de pie, el quite por saltilleras le resultó elegante. Ya con la franela llegó con la misma determinación y fue haciendo un trasteo sólido que lo condujo irremediablemente a obtener el premio que lo haría pasear un trofeo, sólo había que cruzar una aduana más, la de la espada, y lo hizo de manera eficaz al dejar una entera que sirvió para consolidar el triunfo.
A Alejandro, se le pusieron las cosas de color de hormiga, era claro que no quería que la tarde de su debut en la México, pasara inadvertida y para su fortuna “Chamaco”, que cerró plaza fue un buen cómplice, el novillo tuvo una salida alentadora con lo que el de Aguascalientes, salió a por todas mostró la determinación en los lances de recibo, el cárdeno peleo ante el caballo de Omar Morales, que se lució en el puyazo, que fue efectivo y bien medido, por lo que fue ovacionado y saludo con el castoreño antes de salir del ruedo. En las banderillas el novillo apretó poniendo en peligro a las infanterías y desde ahí mostró que no pondría las cosas sencillas.
Adame estaba consciente del peligro y se plantó con firmeza y la mente clara, dejó fluir las cosas y novillo y novillero se fueron acoplando, en los momentos que el astado se quería salir del redil, el toque enérgico lo volvía a meter, la faena fue una lucha y “Chamaco”, no dejó pasar su oportunidad cuando la tuvo, así que terminó por desequilibrar a Adame, quien quedó a su merced y ya en la arena hizo por él y a pesar de que entraron varios acomedidos a ayudar al torero caído, el novillo lo siguió enfrontilándolo contra el ruedo tirándole las cornadas por todos lados, afortunadamente se lo pudieron quitar y maltrecho lo llevaron a la barrera de donde volvió para concluir su faena ya bajo los gritos de “torero, torero” que lo acompañaron hasta el final, los gritos le dieron aliento y con él se fue tras la espada para dejar una entera que hizo rodar al novillo, la petición no se hizo esperar, pero entre el palco y el callejón no hubo la comunicación adecuada y dio la vuelta al ruedo con las manos vacías mientras el enojo hacia el juez comenzó a crecer, afortunadamente se aclaró todo y desde el destazadero le llevaron la oreja que paseo en una segunda vuelta que le dejó sabor a miel en los labios, mismo sabor que le quedo a Miguel Aguilar que salió por la puerta del encierro a hombros de un público jubiloso.
Así salimos de la México, contentos mi hija con la sonrisa en su rostro y con la emoción en su corazón para ella la tarde de este domingo, fue una de esas tardes que hace afición.
Para este próximo domingo 21, la segunda novillada con Héctor Gutiérrez, Sebastián Ibelles y Julián Garibay, que lidiarán ganado de Marrón en la Plaza México.
Ficha primera novillada Serial de Reapertura.
Ante una buena entrada en tarde agradable que terminó con llovizna, se lidió un encierro de San Diego de Los Padres, que cumplió en presentación y de juego discreto.
Miguel Aguilar, oreja y oreja.
Eduardo Neyra, ovación y oreja
Alejandro Adame, palmas tras aviso y oreja.
Miguel Aguilar, salió a hombros por la puerta del encierro.