Investigadores desarrollaron microrobots con forma de pez que administran medicamentos a las células enfermas de pacientes con cáncer, reduciendo los síntomas desagradables de la quimioterapia, según una publicación de la American Chemical Society (ACS).
Y es que si bien, la quimioterapia trata con éxito muchas formas de cáncer, los efectos secundarios pueden causar estragos en el resto del cuerpo. Por ello, Jiawen Li, Li Zhang, Dong Wu y sus colegas, quienes recibieron financiamiento de la Fundación Nacional de Ciencias Naturales de China, fabricaron microrobots que podrían ayudar en el tratamiento de este padecimiento.
Los expertos lograron crear diminutos dispositivos capaces de ser guiados por imanes a los sitios donde se encuentran las células cancerosas para administrar tratamientos al cambiar de forma, lo cual es posible gracias a la respuesta que tienen hacia la disminución del pH.
Si bien estos microrobots en forma de pez aún se encuentran en fases de prueba, hasta ahora los resultados han demostrado resultados prometedores.
Pero, ¿cómo fue posible desarrollar estos microrobots?
Para lograrlo, los investigadores imprimieron en 4D microrobots en forma de cangrejo, mariposa o pez utilizando un hidrogel sensible al pH.
Al ajustar la densidad de impresión en ciertas áreas de la forma, como los bordes de las garras del cangrejo o las alas de la mariposa, el equipo codificó la transformación de su forma como una respuesta al pH, ya que los tumores existen en microambientes ácidos.
Posteriormente, hicieron que los microrobots fueran magnéticos, colocándolos en una suspensión de nanopartículas de óxido de hierro.
Durante las pruebas, los científicos demostraron varias capacidades de los microrobots. Por ejemplo, el microbot con forma de pez tiene una “boca” ajustable que se abre y cierra en respuesta a los cambios del pH.
Esto llevó a los expertos a demostrar que era posible conducir a los “peces” a través de vasos sanguíneos simulados para llegar a las células cancerosas en una región específica, y que cuando bajaba el pH, el pez abría la boca para liberar un fármaco de quimioterapia, que mataba las células cercanas.
Ahora, los investigadores buscan hacer aún más pequeños los microrobots en forma de pez para navegar por los vasos sanguíneos reales y llegar a las células cancerosas, así como identificar un método de imagen adecuado para rastrear sus movimientos en el cuerpo.