La pandemia de COVID-19 llegó a México cuando el sistema de salud tenía carencias graves en infraestructura y personal médico
México atraviesa la pandemia de COVID-19 con aciertos, insuficiencias en su sistema de salud y un presupuesto limitado, aunque ha logrado una exitosa reconversión hospitalaria que evitó el colapso del sistema mientras avanza en su plan de inmunización.
“La pandemia agarró a un sistema de salud en transición, que pasaba del Seguro Popular al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), y no ha logrado disponer de la capacidad de gestionar el sistema de salud”, detalló a Efe la experta de la Sociedad Mexicana de Salud Pública, Carolina Gómez.
En la conmemoración del Día Mundial de la Salud, que se celebra este 7 de abril, la experta manifestó que previo a la pandemia por coronavirus, que llegó al país en febrero de 2020, el sistema de salud tenía carencias graves en infraestructura y personal médico.
“Y con la pandemia este tema se volvió más radical”, afirmó.
Al respecto, Mauricio Rodríguez, vocero de la Comisión Universitaria para la atención de la Emergencia del Coronavirus de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), coincidió en que el país sufría de varios retrasos.
“Teníamos un rezago en la contratación de personal médico, en la forma de contratar al personal de salud, hospitales inconclusos, coberturas incompletas”, detalló.
Argumentó que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), responsable del 60 por ciento de atención médica del país, también tenía diversas carencias.
“Tiene un pasivo gigantesco, un gran gasto en pensiones y, con todo eso montar respuesta a pandemia, fue muy complejo”, afirmó.
Sistema fragmentado
Uno de los grandes problemas de México es la fragmentación de sus sistemas de salud.
Esto, a decir de los especialistas, ha dificultado el manejo de la pandemia y la atención a los pacientes que padecen enfermedades crónicas.
“Querer montar una respuesta ordenada, congruente, aterrizada en todas las instituciones que son diferentes y cada una tiene sus propios liderazgos, recursos, vicios, sus propias limitaciones, problemas geográficos, retos de todo tipo, es realmente complicado”, puntualizó Rodríguez.
Para la maestra Gómez, una de las lecciones que ha dejado el COVID-19 ha sido la falta de atención a los pacientes que padecen enfermedades crónicas “con la pandemia la atención a este tipo de enfermedades se desplomó”, explicó.
Abasto de medicamentos, otro pendiente
La presidencia de Andrés Manuel López Obrador trajo consigo recortes presupuestarios para luchar contra la corrupción.
Estas decisiones generaron una crisis de desabasto de medicamentos, agudizado en los últimos meses en parte también por los cambios en la forma de comprar las medicinas.
“Se había iniciado la compra de medicamentos a través de mecanismos internacionales como los de la ONU, se apeló a la compra consolidada a través de este organismo pero esto ha provocado un desabasto de medicamentos”, afirmó Gómez.
El cáncer ha sido una de las enfermedades más afectadas en este sentido.
Para Israel Rivas, vocero del Movimiento Nacional por la Salud, el desabasto de medicamentos oncológicos en el país “se está normalizando”, y con ello poco a poco pacientes, familiares, personal médico y hospitalario “asumen una terrible actitud de conformismo e indiferencia”, lamentó.
Cuestionó cuántas niñas y niños tendrán que sufrir daños irreparables en su salud y su estado físico para que “el Gobierno reaccione. ¿Cuántos niñas y niños con cáncer tendrán que morir para que, después de casi dos años, el Gobierno cumpla con su responsabilidad?”, manifestó.
Vacunación y reconversión
Pese a las carencias e insuficiencias que ha tenido el sistema de salud, Mauricio Rodríguez destacó que uno de los principales aciertos ha sido la reconversión hospitalaria.
“Pasamos de tener 3 mil 500 camas de terapia intensiva a tener 11 mil, con todo lo que eso implica, se adaptaron hospitales, se atendió a los pacientes, es un gran logro”, manifestó.
Del mismo modo, destacó que el Plan Vacunación ha caminado conforme a la llegada de vacunas y se ha ponderado a los grupos prioritarios “el personal de salud está muy bien identificado, ahora también los adultos mayores”, mencionó.
No obstante, criticó que hasta el momento no se tengan contemplados a médicos particulares, “todo ese personal que no siempre es institucional tiene que vacunarse porque es personal de salud”, acotó.
Carolina Gómez explicó que aunque la vacunación ha sido lenta, fue un acierto la decisión de iniciar la inoculación en grandes ciudades.
Hasta ahora, México ha recibido más de 15 millones de vacunas, de las cuales se han aplicado más de 9 millones mexicanos.
Ambos especialistas señalaron que el panorama a futuro es aún incierto, pues todavía no sería posible contemplar una nueva normalidad muy pronto.
Recordaron que por ello es indispensable mantener las medidas de higiene y distanciamiento social y, cuando sea posible, vacunarse.
México suma hasta ahora 2.25 millones de contagios y 205 mil 2 muertes debido al COVID-19.