Por: Joaquin Pacheco Cabrera
En medio de la veda electoral, donde las restricciones marcan el ritmo de la actividad política, el compromiso del gobierno con el bienestar de la comunidad sigue siendo inquebrantable. Bajo el lema “amor con amor se paga”, la gobernadora Mara Lezama no cesa en su labor, ajustándose escrupulosamente a la normatividad electoral mientras continúa sirviendo a su estado con dedicación y empatía.
En momentos donde la salud y la calidad de vida no pueden esperar a que pasen los períodos electorales, Lezama y su equipo han demostrado una determinación inigualable. Es bien sabido que la salud es un eje fundamental que no entiende de restricciones temporales, y en este sentido, la administración de Lezama ha actuado con prontitud y eficacia.
Un ejemplo concreto de esta labor se evidencia en la reciente entrega de 39 prótesis de extremidades inferiores a 38 beneficiarios en todo el estado. Esta iniciativa, realizada en coordinación con el DIF estatal, ha impactado positivamente en comunidades como Benito Juárez, Tulum, Puerto Morelos, Solidaridad, Lázaro Cárdenas e Isla Mujeres.
Los números hablan por sí solos: 24 beneficiarios en Benito Juárez, 3 en Tulum, 4 en Puerto Morelos, 3 en Solidaridad, 1 en Lázaro Cárdenas y 3 en Isla Mujeres. Cada prótesis entregada representa una nueva oportunidad, una renovada esperanza para aquellos que las reciben.
Esta acción no solo es un testimonio del compromiso de la gobernadora con el bienestar de su estado, sino también un recordatorio de que el servicio público va más allá de los períodos electorales. El amor y la empatía son los motores que impulsan este trabajo, recordando a todos que la verdadera política se encuentra en el servicio a la comunidad.
En tiempos donde las diferencias políticas pueden marcar la agenda pública, es reconfortante ver cómo el compromiso con el prójimo prevalece por encima de todo. La entrega de estas prótesis no solo mejora la calidad de vida de los beneficiarios, sino que también refuerza el tejido social y promueve la solidaridad entre los ciudadanos.
Mara Lezama y su equipo continúan demostrando que el verdadero liderazgo se mide en acciones concretas, más allá de las restricciones temporales. Su compromiso con la salud y el bienestar de la comunidad es un ejemplo inspirador que trasciende las fronteras políticas y resalta el poder transformador del servicio público.