En el combate al COVID-19, que desató las alertas mundiales, se han utilizado todas las herramientas posibles, entre ellas los rayos de luz ultravioleta, con los que se busca desinfectar las superficies comunes. Esta practica iniciará en Nueva York, Estados Unidos, epicentro de la pandemia en la Unión Americana.
Estos rayos de luz ultravioleta ha resultado efectivos en la destrucción del material genético de virus y bacterias, impidiendo así su propagación, por lo que las autoridades de la ciudad estadounidense implementará esta luz en vagones de metro y autobuses, según detalló la BBC.
Aunque hasta el momento no hay evidencia científica que demuestre que los rayos ultravioleta son efectivos para la eliminación del COVID-19, sí se ha confirmado que es eficaz para la erradicación de otros coronavirus, por lo que se ha convertido en un método de estilización en hospitales, aviones y demás espacios de grandes aglomeraciones.
Los rayos de luz ultra violeta y las consecuencias en la salud
El uso de la luz ultravioleta puede tener repercusiones en la salud de las personas que están expuestas a ella. Aunque existen diferentes grados de daño dependiendo qué tipo de luz se utilice.
En el mundo hay tres tipos:
- La ultravioleta A (UVA)
- La ultravioleta B (UVB)
- La ultravioleta C (UVC)
Pero para la eliminación de virus se utiliza la última: UVC, que es la más nociva para los seres humanos.
La UVB puede tomar horas para quemar, pero la UVC lo hace en segundos. Si tus ojos están expuestos… ¿sabes esa sensación arenosa que tienes si miras al sol? Es así multiplicado por 10 y sólo después de unos segundos”, Dan Arnold, experto
Incluso, la Organización Mundial de la Salud llamó a no utilizar la luz ultravioleta como método para desinfectar las áreas de la piel o el cuerpo, pues tendría consecuencias en la salud.
La radiación UV puede causar irritación en la piel y dañar los ojos”, OMS.
Para poder utilizarla para desinfectar los espacios comunes, Carlos Pérez, especialista en enfermedades infecciosas y decano de la facultad de Medicina y Ciencia de la Universidad San Sebastián (Chile), señala que debe ser aplicada por personal capacitado para minimizar riesgos.
Es importante que no haya personas alrededor y que sea aplicada por personal certificado y con equipos especiales. Aquí no estamos hablando de la luz solar, esto es distinto. Es de mucha mayor intensidad, es dañina para la piel y otros tejidos, como los ojos”, Carlos Pérez, especialista en enfermedades infecciosas.
- El especialista destacó que ningún tipo de tecnología reemplazará el aseo directo da las superficies o las manos de las personas.