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“Lo reconozco”: Lydia Cacho testifica contra Kamel Nacif Borge en Líbano

Lydia Cacho testificó contra Kamel Nacif Borge, presunto tratante de niñas. Ante las autoridades del Líbano, la periodista mexicana señaló al también llamado “Rey de la Mezclilla” por haber orquestado los actos de tortura a los que fue sometida.

A través de su cuenta oficial de Twitter, Lydia Cacho compartió que, 15 años después, se encuentra aún buscando justicia contra el empresario, al que señaló también de lavado de dinero. La publicación de la periodista fue acompañada por una imagen de Kamel Nacif Borge.

En su mensaje, sin dar mayor información al respecto, la periodista señaló que el empresario ya fue arrestado:

“Testificando ante las autoridades libanesas por el arresto de Kamel Nacif Borge. El empresario tratante de niñas que orquestó mi tortura, compró niñas pequeñas para prostituirlas, lava dinero y evadió al fisco en los Estados Unidos.  15 años después #AquíNadieSeRinde”,Escribió Lydia Cacho en Twitter

La imagen que publicó la periodista formaría parte de un oficio de investigación, en el que se puede apreciar la frase manuscrita: “Sí lo reconozco”.

La persecución de Kamel Nacif Borge

En 2005, Lydia Cacho destapó una red de trata y explotación de menores con fines sexuales; en ella señaló que participaban Jean Succar Kuri, hoy detenido; a Kamel Nacif Borge, y Mario Marín Torres, exgobernador de Puebla, quien fue detenido hace unos meses.

En julio del año pasado, Lydia Cacho aseguró que la Fiscalía General de la República (FGR), a cargo de Alejandro Gertz Manero, no ubicó al empresario en Líbano, sino que fue ella quien lo hizo. Esto luego de que el fiscal indicara que habían localizado al empresario textil en Líbano.

La FGR dijo en ese entonces que se habría ubicado al empresario y detalló que, en conjunto con la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), iniciaron los trámites para solicitar su extradición a México.

Con el paso de los años, Lydia Cacho ha sido reconocida como víctima de violación a sus derechos humanos e, incluso, el Estado mexicano le ofreció disculpas públicas.

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