Los líderes de los 30 países de la OTAN lanzaron formalmente el proceso de adhesión de Finlandia y Suecia, afirma la declaración de la cumbre que celebra en Madrid, difundida este miércoles.
Los aliados de la OTAN también acordaron tratar de manera formal a Rusia como la “amenaza más significativa y directa para la seguridad de los aliados”, según un comunicado de la cumbre.
“Hoy hemos decidido invitar a Finlandia y Suecia a convertirse en miembros de la OTAN”, dijeron los líderes de la OTAN en su declaración, después de que Turquía levantó el veto a la adhesión de ambas naciones.
Es probable que la ratificación en los parlamentos aliados lleve hasta un año, pero una vez hecha, Finlandia y Suecia estarán cubiertas por la cláusula de defensa colectiva del artículo 5 de la OTAN, lo que las pondrá bajo el paraguas nuclear protector de Estados Unidos.
“Nos aseguraremos de poder proteger a todos los aliados, incluidos Finlandia y Suecia”, dijo Jens Stoltenberg, secretario general de la alianza.
Asimismo, los aliados van a aumentar su presencia de tropas en la región nórdica, realizando más ejercicios militares y patrullas navales en el Mar Báltico.
Tras cuatro horas de conversaciones en Madrid, el martes, el presidente turco, Tayyip Erdogan, acordó con sus homólogos finlandés y sueco una serie de medidas de seguridad que permitan a los dos países nórdicos superar el veto turco que Ankara impuso en mayo debido a su preocupación por el terrorismo.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte se fundó en 1949 para defenderse de la amenaza soviética. La invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero dio un nuevo impulso a la alianza tras los fracasos en Afganistán y las discordias internas durante la era del expresidente estadounidense Donald Trump.
“Estamos enviando un mensaje contundente a (el presidente ruso Vladimir) Putin: ‘no vas a ganar’”, dijo el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en un discurso.
Rusia, principal amenaza de la OTAN; China un desafío
Los aliados también acordaron el primer nuevo concepto estratégico de la OTAN -su documento maestro de planificación- en una década. Rusia, antes clasificada como socio estratégico, se identifica ahora como la principal amenaza de la organización.
La invasión rusa a Ucrania es “una amenaza directa para nuestro modo de vida occidental”, añadió el primer ministro belga, Alexander de Croo, citando el impacto más amplio de la guerra, como el aumento de los precios de la energía y los alimentos.
El documento de planificación también citó por primera vez a China como un desafío, sentando las bases para que los 30 aliados planifiquen cómo hacer frente a la transformación de Pekín, que ha pasado de ser un socio comercial benigno a un competidor de rápido crecimiento, desde el Ártico hasta el ciberespacio.
A diferencia de Rusia, cuya guerra en Ucrania ha suscitado una gran preocupación en el Báltico por la posibilidad de un ataque en el territorio de la OTAN, China no es un adversario, dijeron los líderes. No obstante, Stoltenberg ha pedido varias veces a Pekín que condene la invasión rusa a Ucrania, que según Moscú es una “operación especial”.
Paquete de apoyo a largo plazo para Ucrania
En la cumbre, la OTAN acordó un paquete de apoyo a largo plazo para Ucrania, además de los miles de millones de dólares ya prometidos en armas y apoyo financiero.
El canciller alemán, Olaf Scholz, dijo que se seguirán suministrando armas a Kiev, que busca ayuda para superar a la artillería rusa, sobre todo en el este de Ucrania, donde Rusia avanza lentamente en una guerra de desgaste.
“El mensaje es: seguiremos haciéndolo -y de forma intensiva- mientras sea necesario para que Ucrania pueda defenderse”, afirmó Scholz.
La alianza occidental también está de acuerdo en que los grandes aliados, como Estados Unidos, Alemania, Reino Unido y Canadá, preasignen tropas, armas y equipos al Báltico e intensifiquen los ejercicios de entrenamiento. La OTAN también pretende tener hasta 300.000 soldados listos para ser desplegados en caso de conflicto, como parte de una fuerza de respuesta ampliada de la OTAN.
Rusia está consiguiendo lo contrario de lo que buscaba Putin cuando lanzó su guerra en Ucrania, en parte para contrarrestar la expansión de la OTAN, dicen los líderes occidentales.
Tanto Finlandia, que tiene una frontera de mil 300 kilómetros con Rusia, como Suecia, patria del fundador del Premio Nobel de la Paz, se disponen ahora a incorporar militares bien entrenados a la OTAN, con el objetivo de dar a la alianza una superioridad en el Mar Báltico.
“Uno de los mensajes más importantes del presidente Putin (…) fue que estaba en contra de cualquier nueva ampliación de la OTAN”, dijo Stoltenberg el martes por la noche. “Quería menos OTAN. Ahora el presidente Putin está consiguiendo más OTAN en sus fronteras”.