La líder derrocada de Birmania, Aung San Suu Kyi, Nobel de la Paz, fue condenada a dos años de prisión por la junta militar por incitación al desorden público y por infringir la normativa contra la pandemia, una sentencia que desató críticas internacionales.
- Suu Kyi fue condenada inicialmente a dos años por incitación al desorden público contra el ejército y a otros dos por infringir una ley sobre catástrofes naturales relacionada con el COVID-19, aseguró el portavoz de la junta, Zaw Min Tun.
El expresidente Win Myint también fue condenado inicialmente a cuatro años por los mismos cargos. Pero poco después el jefe de la Junta, Min Aung Hlaing, “perdonó” las condenas de ambos a “dos años de prisión”, según una declaración leída en la televisión estatal.
- La Nobel de la Paz, de 76 años, se encuentra detenida desde que los militares depusieron su Gobierno el 1 de febrero, poniendo fin a un breve período de democracia en Birmania.
Desde entonces, la junta estableció una serie de acusaciones contra ella, incluyendo violación de la ley de secretos oficiales, corrupción y fraude electoral. Varios expertos denuncian que este es un proceso político para neutralizar a la política que resultó ganadora de las elecciones en 2015 y 2020.
Reacciones por la condena de la Nobel de la Paz
“Demandamos al régimen liberar a Aung San Suu Kyi y todos los demás detenidos injustamente, incluyendo funcionarios electos democráticamente”, dijo el secretario de Estado norteamericano Antony Blinken, en un comunicado, calificando la condena de “afrenta a la democracia y la justicia”.
- La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció “un juicio amañado” y el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE) “un nuevo paso en el desmantelamiento del estado de derecho”.
Por su parte, el comité que concede el Premio Nobel de la Paz dijo que estaba “preocupado” por Suu Kyi tras un juicio “inverosímil”.
Los cargos por incitación están relacionados con las declaraciones de su partido, la Liga Nacional por la Democracia (LND), condenando el golpe de Estado poco después de que los militares tomaran el poder.
Las acusaciones relacionadas con la pandemia conciernen a las elecciones del año pasado, en las cuales arrasó el partido de Suu Kyi, pero los detalles no están claros, ya que el gobierno impone una orden de silencio en los procesos judiciales.
Los periodistas no tienen acceso al tribunal especial en la capital birmana y los abogados de Suu Kyi tienen prohibido hablar con la prensa. En las últimas semanas, otros miembros de la LND fueron condenados a duras penas de cárcel.
- Un exministro fue sentenciado este mes a 75 años de prisión y un allegado de Suu Kyi deberá pasar 20 años en la cárcel.