PODER Y ESTADO PERFILES

Inglaterra empieza a relajar las restricciones por COVID-19 tras un largo confinamiento

Las reuniones y deportes al aire libre, así como las bodas, ya se permiten en Inglaterra al relajar el Gobierno las restricciones por COVID-19

Inglaterra empieza desde hoy a relajar sus férreas restricciones para contener la pandemia de COVID-19, dando luz verde a encuentros sociales al aire libre de hasta seis personas y a los deportes en el exterior.

Estas son las primeras medidas para regresar a la “interacción humana”, como apuntan algunos ciudadanos, exhaustos por el confinamiento impuesto desde comienzos de año.

Se trata de un pequeño paso más en las calculadas acciones de desescalada detalladas por el Gobierno británico en su afán por sacar al país de la pandemia, que se iniciaron con la reapertura de los colegios, el pasado 8 de marzo.

Desde hoy se permitirá a los ciudadanos de juntarse otra vez en la calle -todavía no se autorizan los encuentros bajo techo-, entre dos hogares diferentes o hasta un máximo de seis individuos, incluso en jardines particulares.

El Ejecutivo da su beneplácito también a la reapertura de instalaciones deportivas en el exterior, como canchas de tenis o pistas de golf, así como a la celebración de bodas, aunque el número de invitados se limita a seis.

Johnson ha urgido a la “cautela” ante el alarmante repunte de casos que se observan en Europa continental y frente a la amenaza de las nuevas variantes del virus.

Si algunos países comunitarios se blindan ante la llegada de una cuarta ola, el conjunto del Reino Unido registró apenas 23 decesos a causa del COVID-19 en las últimas 24 horas, elevando el total a 126 mil 615; y se notificaron 4 mil 654 nuevos contagios.

“Pese a las suavizaciones de hoy, todo el mundo ha de seguir ateniéndose a las reglas (…) y acudir a vacunarse cuando los llamen”, subrayó el primer ministro.

Desde principios de 2021, Inglaterra vive sujeta a un duro confinamiento por COVID-19 en el que los comercios de productos no esenciales continúan clausurados, al igual que las peluquerías, gimnasios, pubs o restaurantes, excepto los que ofrecen comidas para llevar.

La orden de quedarse en casa ha sido retirada aunque se insta a la ciudadanía a desplazarse “de manera local” y el Ejecutivo sigue recomendando trabajar desde el hogar siempre que sea posible. Todo bajo un nuevo eslogan: “Manos, cara, distancia y aire libre”.

Alegría e inquietud en Inglaterra por relajamiento de medidas COVID-19

Las británicas Penelope, de 70 años, y su amiga Sylvia, de 82, se encontraron hoy en el céntrico Hyde Park de Inglaterra donde aprovecharon el buen tiempo para charlar, sentadas cada una en un extremo de un banco, manteniendo una prudente distancia social por el COVID-19.

Ambas expresaron a Efe su alegría al poder, de nuevo, hacer planes sociales al aire libre, sin ocultar a la vez cierta inquietud ante la posibilidad de que la situación empeore.

“Me alegro mucho de poder volver a quedar en jardines y de poder estar aquí sentada con hasta seis amigos. Me alegra pero me preocupa que pueda ser demasiado pronto”, comenta Penelope, que ya ha hecho reservas para poder retomar los almuerzos con sus amistades que tanto ha echado de menos durante el confinamiento.

Cree que el Gobierno “debería ser muy cauteloso sobre el número R, que vuelve a subir a 1”, mientras su amiga, Sylvia, de 82 años, teme que ahora que se relajan las normas “las personas hagan demasiadas cosas y vuelva a haber un repunte (de los casos)”.

Excusa al Ejecutivo y recuerda que “hacen lo que pueden: se han dado cuenta de que han cometido algún error pero hacen lo que es mejor para nosotros y depende de los ciudadanos cumplir las normas”.

Más crítico es Alistair, estudiante de 20 años del norte de Inglaterra, que si bien opina que (relajar restricciones) “es el movimiento adecuado, respaldado por evidencias científicas”, arremete contra un gobierno que califica de “desastre”.

“Boris (Johnson) se rodea de idiotas y él mismo parece un idiota, aunque realmente no se sabe lo que ocurre a puerta cerrada”, reflexiona este joven, que ha “echado de menos la interacción humana, ver a gente (…)”, señala a Efe.

A su lado, la estudiante francesa Louise -21 años- rebosa optimismo y tilda de “genial” la desescalada.

“La salud mental de todos se ha resentido y saber que puedo ver a mis amigos otra vez e ir a pasear, conversar, me hace sentir muy optimista”, dice esta joven.

Lo siguiente en la “hoja de ruta” oficial del desconfinamiento se prevé para el 12 de abril. Será el momento de la esperada reapertura de terrazas de pubs y restaurantes así como de comercios no esenciales, como peluquerías.

Related Articles