Refugios de la ciudad enfrentan una situación crítica al recibir a miles de mascotas evacuadas por los incendios, mientras la lucha contra las llamas continúa.
Los Ángeles, 12 de enero de 2025 – Desde que los incendios comenzaron hace seis días, los refugios de animales en Los Ángeles se han visto desbordados, recibiendo a una gran variedad de especies que incluyen perros, gatos, caballos, cerdos y hasta aves exóticas como cacatúas. Los incendios, que hasta el momento han cobrado la vida de al menos 16 personas y destruido más de 12 mil estructuras, siguen avanzando sin cesar, dejando a miles de habitantes de la ciudad sin hogar y a sus animales en busca de un lugar seguro.
Hasta ahora, más de 150,000 personas han sido evacuadas, y cientos de mascotas han llegado a refugios temporales, esperando ser reclamadas por sus dueños. En algunos casos, los animales aún no han sido identificados, mientras que otros se encuentran en albergues porque las viviendas de sus propietarios han quedado reducidas a escombros.
Los refugios han tenido que adaptarse rápidamente a una demanda sin precedentes. El Los Angeles Equestrian Center (LAEC), que normalmente acoge eventos ecuestres, se ha convertido en un refugio temporal para animales grandes, como caballos, burros y vacas. Jennie Nevin, directora ejecutiva del centro, comenta que nunca antes habían tenido que manejar una emergencia de tal magnitud, aunque han estado preparados para actuar en otras ocasiones. Actualmente, el centro alberga entre 200 y 300 animales evacuados, con algunos de ellos regresando a sus hogares una vez que la situación lo permita.
Entre las historias de esperanza, se encuentra la de Cali, una residente local que vivió momentos de angustia al no saber si sus caballos sobrevivirían al fuego del incendio Eaton. Tras horas de incertidumbre, se enteró de que su caballo Seven, con quien había compartido una vida de recuerdos, estaba a salvo en el centro ecuestre.
Por otro lado, la Pasadena Humane Society, ubicada cerca del incendio Eaton, ha recibido una gran cantidad de animales, tanto sanos como heridos, que llegaron al refugio con quemaduras y lesiones. En solo dos días, el lugar pasó de albergar a 300 animales a superar su capacidad con un total de 450, de los cuales al menos 100 no tienen propietario registrado. Kevin Mcmanus, responsable de comunicaciones de la sociedad, expresó su sorpresa ante la variedad de animales que han llegado, incluyendo una cacatúa y una cabra, especies poco comunes en el centro.
El trabajo de los voluntarios y las donaciones de la comunidad se han convertido en elementos fundamentales para poder mantener a los animales a salvo mientras los incendios siguen activos. Mcmanus destacó el vínculo humano-animal que ha quedado de manifiesto en la generosidad de las personas que han donado alimentos, medicinas y otros suministros esenciales.
El futuro cercano para estos animales sigue siendo incierto, ya que los refugios se enfrentan a la difícil tarea de mantenerlos durante un período indefinido, mientras las llamas continúan su devastador avance. Aunque los incendios no dan tregua, el reencuentro entre los animales y sus dueños se convierte en una fuente de consuelo para los voluntarios que, a pesar de la tragedia, encuentran fuerzas al ver la felicidad de las familias al recuperar a sus seres queridos de cuatro patas.
Un esfuerzo conjunto frente a la tragedia, mientras la comunidad sigue unida para proteger a los animales y ayudar a las familias afectadas por esta catástrofe.
