Un misterioso cohete varado en el espacio se estrelló contra la Luna el pasado 4 de marzo y aunque el satélite natural de la Tierra no sufrió daños de consideración, la NASA logró reconocer que el objeto sin identificar dejó un cráter doble difícil de explicar.
¿Cómo encontró la NASA los cráteres del cohete que se estrelló en la Luna?
La imagen fue captada por las cámaras del Lunar Reconnaissance Orbiter y muestra un “fenómeno raro, pero no imposible”, según señalan desde Universe Today. Basados en las señales dejadas por las misiones Apollo, los astrónomos indican generalmente los impactos de cohetes o naves espaciales no suelen dejar un cráter doble.
Concretamente, se necesita o bien un ángulo de impacto bajo o bien dos masas muy distintas en cada extremo del objeto en cuestión. Se sabe con seguridad que el ángulo no fue bajo, por lo que la opción más viable hasta el momento es que fueron dos objetos los que se impactaron con la Luna, dejando un cráter doble
Los impactos de las misiones Apolo
“Ningún otro impacto de cuerpo de cohete en la Luna creó cráteres dobles”, destaca la NASA. Los cuatro cráteres del Apolo SIV-B tenían un contorno algo irregular (Apolos 13, 14, 15, 17) y eran sustancialmente más grandes que cada uno de los cráteres dobles, con 35 metros cada uno.
El ancho máximo del cráter doble del misterioso cuerpo del cohete, de 29 metros, estaba cerca del de los S-IVB. En comparación, la agencia espacial estadounidense ofreció una comparativa entre los impactos de sus cohetes y la diferencia con el objeto misterioso que recientemente se estrelló contra la Luna:
¿De qué se trataría el objeto que dejó un doble cráter en la luna?
El pasado mes de enero, Bill Gray, un astrónomo especializado en la detección de objetos cercanos a la Tierra (NEOs), anunció el hallazgo de un objeto que se acercaba a la Luna tanto que acabaría chocando contra ella.
Tras comprobar que era demasiado pequeño para suponer un peligro, comenzó sus indagaciones para discernir de dónde procedía ese impactador misterioso. Sus cálculos le llevaron hasta una de las fases del cohete Falcon 9 que SpaceX había usado para lanzar el Observatorio del Clima del Espacio Profundo (DSCOVR) de la NASA en 2015.
Esa fue su hipótesis hasta que otro astrónomo, Jon Giorgini, se puso en contacto con él para advertirle de un error en sus cálculos, señalando como imposible que la trayectoria de aquel cohete se dirigiese a la Luna de esa manera. Gray tuvo que rehacer sus indagaciones, hasta encontrar un nuevo candidato. Un cohete chino utilizado en la misión Chang’e 5-T1.
Sin embargo, el Ministerio de Relaciones Exteriores chino no tardó en salir a responder las acusaciones del astrónomo. Aseguraron que no se trataba de su cohete, pues este se había desorbitado y se había estrellado en el océano poco después de su lanzamiento, en 2014. Aunque el objeto coincide con las dimensiones del cráter, aún no se establece qué lo provocó.