La cifra de adolescentes sin acceso a métodos anticonceptivos en México aumentará un 20 por ciento durante la pandemia de COVID-19
Los embarazos de adolescentes en México podrían aumentar en más de 21 mil casos por la emergencia sanitaria por la COVID-19 a pesar de los esfuerzos para prevenirlos, dijeron este jueves autoridades sanitarias.
Proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo) apuntan a que la cifra de adolescentes sin acceso a métodos anticonceptivos aumentará un 20 por ciento en 2020 y 2021 por la pandemia de coronavirus, lo que se reflejará en 21 mil 575 embarazos no planificados adicionales a las estimaciones.
Gabriela Rodríguez, secretaria general de Conapo, explicó que a cinco años del lanzamiento de la Estrategia Nacional para la Prevención en Adolescentes (ENAPEA) se observa un descenso del 7.8 por ciento en la tasa de fecundidad en este sector de la población.
En el marco del Día Nacional para la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes, que se celebra el 26 de septiembre, la funcionaria destacó que todas las acciones están encaminadas a retrasar la edad de la maternidad y paternidad.
También buscan disminuir las brechas de género al incidir en el aumento del nivel de escolaridad en adolescentes, y sentar las bases para el acceso a mejores empleos con seguridad social y una vida saludable.
La doctora Josefina Lira Plascencia, presidente del Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia, destacó que el embarazo adolescente perpetúa los eslabones de la pobreza en aquellas mujeres que después de tener un hijo no tienen acceso a la anticoncepción.
Aseguró que tratar el embarazo en adolescentes es una situación muy difícil porque es multifactorial pero la prioridad ahora es que el sector salud y la sociedad busquen evitar un segundo embarazo, por lo que la educación es un tema fundamental.
“Una vez que unamos esfuerzos y demos educación a adolescentes disminuirá la tasa de embarazo en adolescentes”, afirmó la experta.
Métodos de largo plazo, la opción
El inicio de la vida sexual a edades tempranas, la falta del uso regular de métodos anticonceptivos y las limitaciones en su acceso, incrementadas en tiempos de pandemia, colocan a los métodos anticonceptivos de acción prolongada como una estrategia para prevenir el embarazo no planificado en adolescentes.
La ginecobstetra Georgina Ruvalcaba dijo que este tipo de métodos, además de ofrecer los índices más altos de protección, tienen una eficacia que no se ve afectada por errores en su uso, olvidos o abandono.
“Las mujeres jóvenes necesitan anticonceptivos altamente efectivos. El implante es el método más efectivo y lo mejor es que se encuentra disponible en el sector salud”, afirmó.
Lira Plascencia destacó que todos los jóvenes tienen derecho a contar con información sobre salud sexual y reproductiva, así como a acceder a estos servicios de salud.
“Si ya tienen una vida sexual activa, es importante que conozcan las opciones anticonceptivas disponibles de manera gratuita en las unidades de salud pública, como condones, píldoras anticonceptivas, inyecciones, dispositivo intrauterino o implante subdérmico”, dijo.
Las especialistas coincidieron en la necesidad de unir esfuerzos para colaborar y fortalecer las estrategias que contribuyan a reducir de manera efectiva este problema de salud pública que amenaza el desarrollo de nuestros jóvenes.