El obispo emérito Salvador Rangel Mendoza, quien estuvo al frente de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, expresó su respaldo hacia la lucha del expresidente Donald Trump contra los cárteles de la droga mexicanos. En una misa celebrada este domingo, el religioso señaló que el fentanilo, una droga sintética altamente letal, es un grave problema para Estados Unidos y que su producción está vinculada principalmente con México, especialmente con el estado de Guerrero.
Durante su intervención, Rangel mencionó que “el fentanilo es lo que está matando a mucha gente en Estados Unidos” y recalcó que esta droga, cuyo origen está ligado a la heroína extraída de la amapola, se está fabricando en diversas regiones de México. En particular, destacó Guerrero como un lugar clave para la producción de lo que se conoce como “China White”, una versión más potente y peligrosa que la heroína convencional.
Según el obispo emérito, la violencia en Guerrero se ha visto alimentada por la llegada de plantas de cocaína provenientes de Perú y Colombia, lo que ha incrementado la presencia de grupos criminales en la región. Rangel mostró su acuerdo con la política de Trump, quien en su mandato declaró fuera de la ley a varios cárteles de la droga, y abogó por una intervención directa en Guerrero. “Ojalá que aquí en Guerrero también hagan algo”, manifestó.
Rangel también comentó sobre su conocimiento cercano de los líderes del crimen organizado, afirmando que al menos dos de ellos se oponen a la venta de fentanilo. Señaló que estos capos se encargan de eliminar a aquellos que distribuyen esta droga, ya que consideran que su alto nivel de mortalidad perjudica tanto a México como a Estados Unidos.
Finalmente, el obispo emérito hizo un llamado a una mayor cooperación entre los gobiernos de México y Estados Unidos para erradicar de manera conjunta la producción y distribución de drogas, con el objetivo de frenar la violencia y el sufrimiento asociado a estos narcóticos.