El estado de Georgia completó un recuento manual de todos los votos emitidos allí en las elecciones presidenciales, y los resultados confirmaron la victoria de Joe Biden, anunció un funcionario local el pasado jueves.
Georgia, Brad Raffensperger.
Primer candidato presidencial demócrata en ganar en casi tres décadas
La confirmación convierte a Biden en el primer candidato presidencial demócrata en ganar ese estado del sur de Estados Unidos en casi tres décadas, a pesar de las acusaciones de fraude de su rival, el presidente Donald Trump.
Esta situación deja a Trump con un número cada vez menor de opciones para anular los resultados de unos comicios en los que Biden obtuvo 5,8 millones de votos más en todo el país. Salvo que ocurra una serie de eventos sin precedentes, Biden jurará el cargo el 20 de enero.
En el Colegio Electoral, que determina al ganador, Biden ha obtenido 306 votos electorales por 232 de Trump, muy por encima de los 270 necesarios para la victoria. El ganador en cada estado recibe los votos electorales de ese territorio, un número aproximadamente proporcional a la población.
Otros estados clave
Ante los 16 votos de Georgia, Trump necesitaría ganar aún al menos en dos estados muy disputados para quitar la victoria de Biden.
En Pensilvania, donde Biden ganó por 82 mil votos, la campaña de Trump pidió a un juez que lo declare ganador allí, diciendo que su legislatura -controlada por los republicanos- debería elegir la lista estatal de 20 votantes que acudirá al Colegio Electoral.
En Wisconsin, la campaña de Trump pagó un recuento parcial, pese a que los funcionarios electorales dicen que probablemente solo aumentará la ventaja de 20 mil votos de Biden en el estado, que aporta 10 votos electorales.
Trump sigue con las demandas
La campaña de Trump ha presentado demandas en varios estados más, incluido Michigan, con escaso éxito hasta la fecha. Esas iniciativas legales, salpicadas de errores factuales, han sido despreciadas por la campaña de Biden como “teatrales” y no basadas en leyes sólidas.
Varias firmas destacadas de abogados se han retirado de la operación, dejando al abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, a la cabeza de los esfuerzos.