Este 27 de enero de 2025, se celebró el 80º aniversario de la liberación del campo de concentración nazi de Auschwitz con una emotiva ceremonia que tuvo lugar frente al simbólico “muro de la muerte”. Un grupo de supervivientes del campo, algunos acompañados de familiares, participó en una serie de actos solemnes para honrar la memoria de las víctimas del Holocausto.
Los supervivientes, visiblemente emocionados, depositaron coronas de flores y encendieron velas en un acto de respeto y recuerdo. Se reunieron cerca del “bloque 11”, que fue utilizado como centro de tortura y castigo, y en las proximidades del muro de fusilamientos, un lugar emblemático donde miles de prisioneros fueron ejecutados. El muro, que fue reconstruido después de ser destruido en 1944, sigue siendo un recordatorio doloroso del sufrimiento que tuvo lugar en el campo.
Algunos de los aproximadamente 50 supervivientes presentes en la ceremonia portaban brazaletes con la estrella de David y pañuelos a rayas, similares a los uniformes que los prisioneros usaban en ese entonces. La emoción era palpable, y muchos de ellos no pudieron evitar colocar sus manos sobre las frías piedras del muro, un gesto cargado de memoria y dolor.
En una decisión significativa, este aniversario se celebró sin discursos políticos, con la intención de que fueran los propios supervivientes quienes protagonizaran la conmemoración. Aunque el presidente de Polonia, Andrzej Duda, rindió homenaje a las víctimas, la ausencia de intervenciones políticas permitió que el foco estuviera completamente en quienes vivieron las atrocidades de Auschwitz.
Cada 27 de enero, se recuerda la liberación del campo por parte del Ejército Soviético en 1945. En 2005, la ONU designó este día como el Día Internacional de la Memoria del Holocausto, un recordatorio mundial de los horrores del genocidio y un compromiso con la memoria histórica.
Este 80º aniversario se destacó por la sobriedad de los actos y el respeto a los testimonios de quienes sobrevivieron a uno de los capítulos más oscuros de la historia humana. En lugar de discursos políticos, la ceremonia dio voz a los recuerdos y las experiencias de aquellos que, a pesar del sufrimiento, han logrado transmitir su historia a generaciones futuras.