Un sistema de salud universal, diferentes tipos de vigilancia y la realización constante de pruebas, son claves en la estrategia del país centroamericano para enfrentar la pandemia.
“El éxito ha sido real, pero no es garantía”, reconoce el ministro de Salud costarricense, Daniel Salas, quien señala que sin una vacuna contra el COVID-19 o que haya una inmunidad de la población del 60% o más será posible hablar de una ‘victoria’ contra esta pandemia, por lo que el gobierno sigue con un rastreo oportuno de los casos.
El funcionario reconoce que no es una garantía lo que han logrado en tres meses, así como la idea de que se vaya a mantener esta tendencia, por lo que se seguirá trabajando en responder a los puntos débiles que se vayan presentando, debido a que es necesario hacer escenarios, ya que no es lo mismo la actualidad con lo que sucedía hace dos meses.
Con 1,084* casos de COVID-19 y 10 fallecimientos por este virus, Costa Rica se perfila como unos de los países de América Latina que han enfrentado de mejor forma esta pandemia, en comparación de países como Brasil, que tiene más de medio millón de casos y casi 30,000 muertes por este virus.
Parte fundamental de la estrategia del país centroamericano es tener un sistema de salud universal, que se accesible, el cual es costeado tripartitamente (Estado, Patrón y Empleado), además, de contar con más de 1,200 Equipos Básicos de Atención Integral en Salud (Ebáis) en el país, explica Salas.
“Un sistema de seguridad social unificado que permite hacer flexibilizaciones para adaptarse a las respuestas, permite la distribución de los insumos y de las pruebas de detección de COVID-19. Además, tenemos un laboratorio de referencia de seguridad pública que hace la supervisión dentro de todo el sistema de laboratorios a nivel nacional”, destaca el funcionario público.
El ministro de Salud explica que parte del éxito es tener un Ministerio de Salud como un ente rector que está especializado en el liderazgo del sector, al tiempo reconoce el apoyo del congreso local, así como la toma de decisiones oportuna conforme al avance de la epidemia.
La población ha hecho caso en gran parte a las medidas de distanciamiento social presencial y físico, así como a las medidas de higiene, esto ha evitado el creciente número de casos, puntualiza. “Tener una población que hace caso mayoritariamente de las medidas y de los protocolos es clave para enfrentar esta epidemia”, agrega.