China es la única gran potencia que no ha condenado aún el asalto ruso y Washington dice que teme que Pekín pueda estar considerando brindar apoyo financiero y militar. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, intentó evitar que China insufle nueva vida a la invasión rusa de Ucrania en una videoconferencia celebrada el viernes con su par Xi Jinping, mientras Moscú prosigue con una campaña de bombardeos que está sustituyendo los avances militares. Mientras Rusia intenta recuperar la iniciativa en su estancada campaña, tres misiles cayeron en un aeropuerto cercano a Leópolis, ciudad en la que cientos de miles de personas pensaban que habían encontrado refugio lejos de los campos de batalla ucranianos.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que está “apretando la soga” en torno al sitiado puerto sureño de Mariúpol, donde funcionarios dijeron que podría haber más de 1,000 personas atrapadas aún en refugios antiaéreos improvisados debajo de un teatro destruido.
Ucrania dijo que hasta ahora ha rescatado a 130 personas del sótano del teatro, después de que el edificio fuera arrasado por los ataques rusos hace dos días. Moscú niega haber perpetrado un ataque contra el teatro y asegura que no realiza ofensivas contra civiles.
China es la única gran potencia que no ha condenado aún el asalto ruso y Washington dice que teme que Pekín pueda estar considerando brindar apoyo financiero y militar, algo que tanto Moscú como China niegan.
Xi afirmó que la crisis de Ucrania es algo que China no quiere ver, y que Pekín y Washington deberían guiar las relaciones bilaterales por el camino correcto, indicaron los medios estatales chinos después de que él y Biden iniciaran su llamada.
La Casa Blanca dijo más tarde que la llamada había durado poco menos de dos horas.
PROGRESO MÍNIMO
Al comienzo de la cuarta semana de la invasión del presidente ruso, Vladimir Putin, para someter a lo que califica como un estado artificial que no merece ser una nación, el gobierno electo de Ucrania sigue en pie y las fuerzas rusas no han capturado ni una sola gran ciudad.
Putin utilizó una concentración ante el abarrotado estadio de futbol Luzhniki en Moscú para justificar la invasión, prometiendo a decenas de miles de personas que ondeaban banderas rusas que triunfará.
“Sabemos lo que tenemos que hacer, cómo hacerlo y a qué precio. Y cumpliremos absolutamente todos nuestros planes”, dijo Putin, agregando que, cuando lo necesitan, los soldados rusos “se protegen de las balas con sus cuerpos como hermanos”.
Las tropas rusas han sufrido grandes pérdidas mientras reducen a escombros zonas residenciales, provocando la huida de más de 3 millones de refugiados en lo que Moscú llama una “operación especial” para desarmar a su vecino.
“Las fuerzas rusas han logrado un progreso mínimo esta semana”, dijo el Ministerio de Defensa británico. “Las fuerzas ucranianas alrededor de Kiev y Mikoláiv siguen frustrando los intentos rusos de rodear las ciudades”.
Jakob Kern, coordinador de Emergencias para la crisis en el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, dijo que la “cadena de suministro de alimentos de Ucrania se está desmoronando. El movimiento de productos se ha ralentizado por la inseguridad y la renuencia de los conductores”.
El PMA, que alimenta a la población en zonas de crisis mundial, también compra casi la mitad de su trigo a Ucrania. Kern afirmó que la guerra ya ha hecho subir los precios mundiales a un máximo histórico y podría causar “hambre colateral” en los países pobres de todo el mundo.
Rusia ha estado bombardeando de manera intensiva las ciudades del este de Ucrania, sobre todo Chernígov, Sumy, Járkov y Mariúpol.
Kiev se ha librado hasta ahora de un gran asalto, con largas columnas de tropas que bajan desde el noroeste y el este detenidas a las puertas en intensos combates. No obstante, los residentes de la capital están soportando mortales ataques nocturnos con misiles.
El viernes, los restos de un misil abrieron un gran cráter en el suelo en medio de un bloque de viviendas donde también se encontraba una escuela en el norte de Kiev, destrozando cientos de ventanas y dejando escombros esparcidos por el complejo.
Al menos una persona murió, según los servicios de emergencia. El alcalde de Kiev dijo que 19 personas resultaron heridas, entre ellas cuatro niños.
“Esto es un crimen de guerra de Putin”, dijo Lyudmila Nikolaenko, que visitaba a su hijo, que vivía en uno de los apartamentos afectados. “Dicen que no están golpeando a gente normal, dicen que nos estamos disparando a nosotros mismos”.