A las 18.00 horas, en Ginebra y con arbitraje de la noruega Henrikke Nervik, comenzará su participación el Atlético de Madrid dispuesto también a reclamar su protagonismo tras caer la pasada temporada en cuartos ante el Barcelona en el Nuevo San Mamés, y en las dos anteriores en octavos y dieciseisavos contra el Wolfsburgo.
Once del PSV: Van Veenendaal, Jean, Van Den Berg, Levels, Van Schoonhoven, Leuchter, Smits, Nouwen, Kujpers, Blesmas y Harrison.
Así, encara este torneo, según aseveró el técnico azulgrana, con “muchísima ilusión y ambición”, pero con la conciencia de que tienen que ir “paso a paso”, ir cumpliendo pequeños objetivos cada día y “crecer como equipo para que cada vez el nivel sea más alto”, y así “poder jugar todos los partidos mirando la cara al rival, sea el rival y la ronda que sea”.
El Barcelona, que cifra buena parte de sus aspiraciones cada campaña en coronarse en la máxima competición continental, fue subcampeón hace dos años tras caer en la final ante el todopoderoso Lyon, ganador de las cinco últimas ediciones, y el pasado año cayó en semifinales ante el Wolfsburgo (1-0) en San Sebastián.
El conjunto azulgrana se reencontrará con la guardameta Sari van Veenendaal, que la pasada campaña jugó en el Atlético de Madrid y que se marchó hace unos meses al PSV, donde también milita la catalana Gio Carreras, exjugadora del Valencia, y que según Lluis Cortés puede plantear problemas con su fútbol directo y sus rápidas transiciones.
El PSV, segundo de la actual Eredivisie femenina tras el Ajax, ante el que cayó precisamente en la Copa el pasado viernes en la tanda de penaltis tras acabar el encuentro con empate a dos, no debe suponer un obstáculo en exceso complicado para el Barcelona pese a la pujanza del fútbol femenino neerlandés.
El sueño azulgrana en la máxima competición continental empezará en el centro deportivo de Herdgang a partir de las 16.30 y con arbitraje de la checa Olga Zadinova ante un rival que presenta a Rick de Rooij como técnico interino tras la salida de Sander Luiten.
