Desde que asumió la presidencia Andrés Manuel López Obrador el 1 de diciembre de 2018, México ha enfrentado un persistente aumento en los homicidios dolosos, según revela el informe ‘MX: La Guerra en Números’ de T-ResearchMX. Este reporte detalla que, hasta el 25 de junio de 2024, las fiscalías estatales y federales han registrado un alarmante total de 190,823 casos de homicidio doloso en el país.
Durante los 67 meses de su mandato, se ha mantenido una tendencia ascendente en estos crímenes violentos, reflejando fluctuaciones mensuales significativas. Octubre de 2020 se destaca como el mes más mortífero, con 3,347 homicidios dolosos reportados, mientras que febrero de 2024 registró el menor número, con 2,368 incidentes, comparado con febrero de 2021, considerado el mes con la menor tasa de homicidios según las autoridades.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) reporta una ligera disminución acumulada del 0.4% en homicidios dolosos durante el sexenio de López Obrador. Sin embargo, este descenso no elimina la preocupante realidad de la violencia persistente en el país.
En términos comparativos con administraciones pasadas, el actual gobierno supera significativamente los registros de homicidios dolosos. Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se contabilizaron 130,626 casos, mientras que los gobiernos de Felipe Calderón y Vicente Fox reportaron 102,812 y 53,275 homicidios dolosos respectivamente en periodos equivalentes.
Estas cifras subrayan el desafío continuo que representa la seguridad pública en México, resaltando la necesidad urgente de políticas efectivas y estrategias de prevención del crimen para revertir esta tendencia alarmante de violencia.
Este informe no solo ofrece un panorama claro de la magnitud del problema, sino que también plantea interrogantes sobre las políticas de seguridad implementadas hasta la fecha y las medidas necesarias para mejorar la situación en el futuro cercano.
En conclusión, el análisis de ‘MX: La Guerra en Números’ deja en evidencia que la lucha contra los homicidios dolosos en México continúa siendo uno de los desafíos más apremiantes para la administración actual y para las generaciones venideras.
